Las etiquetas medioambientales de la DGT forman parte de un sistema de clasificación con el que se agrupan los automóviles en relación con su nivel de emisiones y, como consecuencia, impacto en el medioambiente. La actualización del etiquetado se debe, en parte, a varias críticas que ha recibido el actual sistema, que se percibe como “injusto”. Así, esta nueva medida busca ajustarse no solo a los cambios del mercado automotor sino también a las circunstancias problemáticas dentro de este sistema.
El cambio entrará en vigor en 2021
El cambio busca tener el menor impacto posible sobre los conductores. Es particularmente importante que tengas en cuenta los cambios hasta ahora anunciados si vas a adquirir un nuevo vehículo a lo largo del año.
Justamente en relación a los nuevos modelos, Pere Navarro, director general de Tráfico, explicó que esta actualización responde a la nueva demanda que implica la innovación técnica de la industria automotriz.
El esfuerzo de la DGT para clasificar y mejorar el nivel de emisiones en las ciudades españolas comenzó en 2016 dentro de las iniciativas formuladas en el Plan nacional de calidad del aire y protección de la atmósfera 2013-2016.
Los Ayuntamientos se sirvieron en los últimos cinco años de estas etiquetas para restringir la circulación de ciertos automóviles, como sucede en el caso de Madrid o Barcelona. En estas ciudades los automóviles de categoría B no pueden circular en determinadas áreas de la ciudad como Madrid Central o la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) en Barcelona. Esto explica la importancia y necesidad de ajustar el etiquetado tras las críticas recibidas.
Nuevas etiquetas de la DGT en 2021
Desde 2016 el sistema de la DGT cuenta con cuatro etiquetas:
- Etiqueta B (amarilla): turismos y furgonetas de gasolina matriculadas a partir de enero del año 2000. Vehículos diésel a partir de enero de 2006. Vehículos de más de 8 plazas y de transporte de mercancías matriculados a partir de 2005.
- Etiqueta C (verde): turismos y furgonetas de gasolina matriculadas a partir de enero de 2006. Vehículos diésel matriculados a partir de 2014. Vehículos de más de 8 plazas y de transporte de mercancías matriculados a partir de 2014.
- Etiqueta ECO (azul y verde): vehículos híbridos enchufables con autonomía menor de 40km, híbridos no enchufables (HEV), vehículos propulsados por gas natural (GNC y GNL) o gas licuado del petróleo (GLP).
- Etiqueta CERO (azul): vehículos eléctricos de batería (BEV), vehículos eléctricos de autonomía extendida (REEV), vehículos eléctricos híbrido enchufable (PHEV) con una autonomía mínima de 40 kilómetros o vehículos de pila de combustible de hidrógeno. Casos como este es el de la furgoneta Citroën Berlingo eléctrica, que tiene una etiqueta azul cero.
La etiqueta D
Lo que se plantea como un cambio significativo es la incorporación de una nueva etiqueta, la etiqueta D. Estará reservada para los vehículos de nueva fabricación homologados como Euro 6d-Temp. Es una norma obligatoria dentro del marco de la Unión Europea. Esta etiqueta quedaría por debajo de la etiqueta ECO.
Esta escisión dentro de la etiqueta ECO tendría como consecuencia la introducción de una sexta etiqueta para los automóviles de hibridación suave (híbridos de 48 voltios).
Estas nuevas etiquetas medioambientales no solo cambiarán el etiquetado de los coches, sino también el de motocicletas. Se espera que la DGT incorpore la etiqueta para aquellas bajo los estándares de la norma Euro 5. De esta manera, las motos contarían con su propia etiqueta ECO. También hay gran entusiasmo dentro de los conductores de motos por que se reconozca este medio de transporte como una alternativa favorable dentro de los niveles de emisión, dado que consumen menos combustible y como consecuencia emiten menos gases.
Problemas del etiquetado actual y aplicación de los cambios en las etiquetas de la DGT
El cambio se hace particularmente necesario tras varios análisis de la industria automotriz, así como organizaciones de apoyo al consumidor. La convivencia de algunos modelos en una misma etiqueta o la jerarquía establecida no parecen ajustarse con el nivel real de emisiones de los automóviles.
El caso de los coches híbridos
El ejemplo más claro y polémico es el de los coches híbridos que, en teoría tienen un nivel menor de emisiones, pero solo si circulan en modo cero emisiones. Esto genera la necesidad de restringir los privilegios de los modelos de hibridación suave. De hecho, hay vehículos clasificados con una etiqueta menor a la etiqueta CERO, pero que en la circulación emiten menos gases que los coches híbridos dado a que no siempre circulan en emisión cero.
En cuanto a la aplicación de estos cambios, aún no se tiene la certeza de si esta normativa afectará a los vehículos matriculados antes de la puesta en vigor del nuevo etiquetado. Lo que sí es cierto es que para muchos, la aplicación de estas nuevas categorías en coches ya matriculados impactaría en el valor de los automóviles en el mercado de compraventa de segunda mano.
Queda también evaluar si los coches tendrán la oportunidad de “subir de categoría” en caso de pasar por una segunda revisión tras la puesta en marcha de la nueva categorización.